Redacción. Madrid
La consejera de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, María Jesús Mejuto, ha señalado que su departamento está trabajando en torno al operativo del Plan de Atención Sanitaria del Ictus (PASI), elaborado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), en la región con la intención de ponerlo en marcha "en un plazo relativamente breve".
María Jesús Mejuto.
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Mejuto ha inaugurado las jornadas ‘Plan de Atención Sanitaria del Ictus’, organizadas por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN. El objetivo de esta reunión ha sido contribuir a aumentar la calidad de la prestación sanitaria y la equidad en la provisión de servicios al paciente con ictus, crear un foro de debate para analizar los puntos más difíciles en los diferentes niveles asistenciales en Extremadura y sensibilizar a los profesionales sanitarios sobre esta patología.
La consejera ha asegurado que la propuesta de su Departamento ha sido conectar progresivamente todos los centros hospitalarios a través de la red teleictus, con dos unidades de referencia, una en Cáceres y otra en Badajoz, y así convertirse en la comunidad autónoma de referencia nacional en lo que al buen uso de las nuevas tecnologías dentro del ámbito sanitario se refiere. La primera unidad está operativa desde 2007 y la consejera espera que la segunda pueda entrar en servicio este año, “a pesar de las dificultades económicas”.
Además, Mejuto ha anunciado que la Consejería de Sanidad, junto con los profesionales de la Neurología, pondrá en marcha una campaña informativa y de sensibilización sobre la importancia de la detección precoz de la enfermedad, donde es imprescindible la colaboración de todos los implicados por el ictus, incluido el propio ciudadano.
Hace más de dos años de la puesta en marcha de la Estrategia Nacional en Ictus aprobada por el Ministerio de Sanidad y Política Social, basada mayoritariamente en el PASI, y Extremadura continúa con un déficit en unidades de ictus. Según la SEN, en la actualidad dispone únicamente de una unidad, situada en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, y necesitaría al menos otra para cubrir las necesidades de la población, ya que se calcula que 4.000 extremeños sufren Ictus cada año, de los que más del 60 por ciento fallecen o quedan con discapacidad.
José María Ramírez Moreno.
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José María Ramírez Moreno, miembro del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN ha comentado que “desde la Consejería de Sanidad se han anunciado medidas para aumentar la implicación de Extremadura en esta estrategia nacional, pero la realidad es que a día de hoy solo hay una unidad de ictus cuando. Teniendo en cuenta que lo ideal es una unidad por cada 100.000 habitantes, se necesitaría al menos otra. Además, Extremadura sigue sin tener publicado un plan específico de actuación al ictus. De hecho, el Código Ictus extremeño es uno de los más bajos de España y solo da cobertura a menos del 20 por ciento de la población”.
“Es necesario implantar medidas que mejoren la asistencia aprovechando, por ejemplo, las ventajas de la telemedicina creando el teleictus, una medida que resultaría muy útil en una comunidad autónoma con tanta dispersión geográfica como Extremadura”, ha destacado Ramírez Moreno, quien ha añadido que “estas medidas serían de gran utilidad además en el seguimiento de estos pacientes que a menudo sufren complicaciones tras padecer un Ictus”.
Según datos de la SEN, esta problemática no existe únicamente en Extremadura ya que actualmente sólo Navarra, Cantabria y Asturias cuentan con el número adecuado de unidades de Ictus según su población. “Hay que tener en cuenta que el plazo para la evaluación acordado en el Plan Nacional termina a finales de 2011 y todavía queda mucho trabajo por hacer”, ha señalado Ramírez Moreno.
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